La elección de la luz como medio expresivo surgió inconscientemente y, poco a poco, fue ganando terreno dentro de mi forma de expresarme. Hace ya bastante tiempo me preocupa nuestra situación como seres humanos y la vaguedad de los principios y valores en la sociedad actual, que aparece amenazada constantemente con auto extinguirse. En este contexto siempre he sentido la desprotección en que se halla el ser humano y por ello siempre los he representado en soledad. Como si a la hora de tomar alguna decisión, algún camino a recorrer, nos quedáramos inevitablemente solos.
Esta subjetividad, esta individualidad amenazada por el sentimiento de desintegración de la sociedad, se sumerge en la oscuridad de mis pinceladas y solo la luz las redefine como rescatándolas de la nada para convertirse en algo no muy bien definido y que se modifica, muta, varía, de acuerdo a la luz que le da existencia.
Son escenas de interiores en lo general, y aun cuando aparecen algunos paisajes estos son de un colorido perturbador que provocan en la figura representada la sensación de opresión de ahogamiento, de encierro y luz que pude venir desde una ventana, desde entre las nubes o se refiere a la luz artificial de un interior, es la que posibilita cierta esperanza de liberación.
Los cuerpos absorben el fluido luminoso. Y se deforman, se transfiguran y adquieren nuevas identidades, una identidad que no perdura, que solo se halla en el momento fugaz que le permite la luz. Una existencia fugaz determinada por la luz.
Nuestra soledad demanda un espejo simbólico en el que poder reencontrar a los otros desde nuestro interior. Buscamos en el espejo la unidad de una imagen a la que sólo llevamos nuestra fragmentación, arrojados a la extrañeza de un mundo. Más allá de la representación y de la significación forzada, más allá del qué significa, creo en la existencia de otros significados ocultos en la imagen más allá de lo esperado
El proceso creativo surge de manera inconsciente en mi trabajo, ahondo en mi interioridad que arma y desarma reiteradamente la obra hasta conseguir un resultado
Mi trabajo habla de la soledad turbadora de personajes que parecen deambular en búsqueda de un tiempo jamás recobrado.
Con la luz genero la atmósfera que envuelve a los personajes desdibujando las fronteras entre lo natural y artificial, expresión de la alienación urbana en que vivimos.
La luz me permite develar y ocultar, las partes del todo, y dejar en lugar incierto de donde emanan las formas, que hace referencia a los problemas de identidad y enajenación de la sociedad posmoderna.
Más allá de mi interpretación también creo en la posibilidad de nuevos significados que provee el espectador que enriquece mi visión y amplían mi conocimiento de la condición humana.
La pintura es para mí la forma de vislumbrar, aunque sea vagamente, las respuestas a las preguntas fundamentales de nuestra actual condición humana.
Esta subjetividad, esta individualidad amenazada por el sentimiento de desintegración de la sociedad, se sumerge en la oscuridad de mis pinceladas y solo la luz las redefine como rescatándolas de la nada para convertirse en algo no muy bien definido y que se modifica, muta, varía, de acuerdo a la luz que le da existencia.
Son escenas de interiores en lo general, y aun cuando aparecen algunos paisajes estos son de un colorido perturbador que provocan en la figura representada la sensación de opresión de ahogamiento, de encierro y luz que pude venir desde una ventana, desde entre las nubes o se refiere a la luz artificial de un interior, es la que posibilita cierta esperanza de liberación.
Los cuerpos absorben el fluido luminoso. Y se deforman, se transfiguran y adquieren nuevas identidades, una identidad que no perdura, que solo se halla en el momento fugaz que le permite la luz. Una existencia fugaz determinada por la luz.
Nuestra soledad demanda un espejo simbólico en el que poder reencontrar a los otros desde nuestro interior. Buscamos en el espejo la unidad de una imagen a la que sólo llevamos nuestra fragmentación, arrojados a la extrañeza de un mundo. Más allá de la representación y de la significación forzada, más allá del qué significa, creo en la existencia de otros significados ocultos en la imagen más allá de lo esperado
El proceso creativo surge de manera inconsciente en mi trabajo, ahondo en mi interioridad que arma y desarma reiteradamente la obra hasta conseguir un resultado
Mi trabajo habla de la soledad turbadora de personajes que parecen deambular en búsqueda de un tiempo jamás recobrado.
Con la luz genero la atmósfera que envuelve a los personajes desdibujando las fronteras entre lo natural y artificial, expresión de la alienación urbana en que vivimos.
La luz me permite develar y ocultar, las partes del todo, y dejar en lugar incierto de donde emanan las formas, que hace referencia a los problemas de identidad y enajenación de la sociedad posmoderna.
Más allá de mi interpretación también creo en la posibilidad de nuevos significados que provee el espectador que enriquece mi visión y amplían mi conocimiento de la condición humana.
La pintura es para mí la forma de vislumbrar, aunque sea vagamente, las respuestas a las preguntas fundamentales de nuestra actual condición humana.
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